LA CASTAÑADA

La Castañada es una fiesta popular catalana, que se celebra entre los últimos días de Octubre y los primeros de Noviembre, aunque también se celebra en algunas zonas de España y Portugal.

Con esta fiesta la castaña recupera el valor que tenía en épocas anteriores y que perdió frente al maíz y la patata.

Ya en el Paleolítico el hombre se alimentaba de castañas y bellotas, y fueron los romanos los que la convirtieron en la base de la alimentación de la población, tanto fresca, seca, o molida para hacer harina.

La fiesta se realiza con la recogida del fruto y en agradecimiento por la cosecha  recibida.

Las castañas se asan sobre las brasas de una hoguera, en un recipiente metálico, con agujeros en la base, se extienden las castañas, a las que previamente se les ha hecho  un corte para que no exploten con el calor.

Es tradición también contar cuentos y cantar canciones populares alrededor de la hoguera.

En Cataluña se acompañan con panellets (masa hecha de almendra y azúcar), boniatos, y todo ello regado con vino Moscatel.

La costumbre era ingerir todos estos energéticos alimentos durante toda la noche de Todos los Santos, vigilia de difuntos, mientras se tocaba a muertos hasta el amanecer, para no desfallecer.

Actualmente, en las escuelas se celebra este acontecimiento cada año, donde los escolares decoran los pasillos con murales y realizan talleres de elaboración de panellets.

Cerca de la víspera de la festividad, celebran una fiesta donde las niñas pueden ir disfrazadas de castañeras, se les da a cada niño un cucurucho con castañas asadas y panellets hechos por ellos mismos.

CUENTO: LAS CASTAÑAS DE IRIS

Había una vez una niña llamada Iris, que tenía mucha imaginación, y siempre se inventaba historias, porque vivía sola en una granja con sus padres y se aburría mucho al no tener hermanos para jugar.

Le gustaba pasear por el bosque, imaginando aventuras con monstruos buenos, y animalitos parlantes.

Un día, mientras paseaba, escuchó una vocecitas que pedían socorro desde el suelo, miró pero no vió nada, y comenzó a andar, pero las voces seguían, así que miró mejor y no podía creer lo que veía, había una castañas en el suelo que pedían auxilio.

Se frotó lo ojos y se agachó para escuchar mejor, y las castañas le explicaron que estaban muy asustadas porque se habían caído del árbol y no sabían qué hacer.

La niña les dijo que no tuviesen miedo, que lo que tenían que hacer era esperar, que la lluvia y la tierra las cubriese, para poder renacer en un precioso árbol como del que se habían caído.

Las castañas le dieron las gracias muy contentas, y la niña corrió a su casa para explicarles a sus padres lo que le había pasado, pero, como siempre, no la creyeron, porque siempre se estaba inventando historias absurdas.

Finalmente, la niña se resignó a que los mayores no le hicieran caso, y decidió hacerse escritora de cuentos fantásticos, y hoy en día, es adulta, multimillonaria y famosa mundialmente.